El jueves llegué de Oruro donde me recibió el padre Ramiro en La Catedral, llegue con 50 grados de fiebre y unos retorcijones bárbaros. El cura me dio un mate de coca y un antigripal y listo, a la madrugada ya estaba mejor. Lo que no quedó muy bien fue el baño de la parroquia, pero bueno….no fue para tanto. Tomé esos días para recuperarme y hacer algunas entrevistas muy interesantes. El día que llegué a Oruro festejamos el cumple del padre y mis 2 meses de viaje, todo un acontecimiento.
Antes de llegar a Oruro, en Potosí, estuve en el ensayo de los coyas escuchando el repertorio autóctono. Los amigos me enseñaron las melodías y salimos tocando sikus, muy bueno.
Estoy teniendo unos inconvenientes con el pasaporte porque algún vivo se olvido de sellarlo y ahora me quieren cobrar una multa, estoy indignadísimo con la incompetencia de esta gente. Mañana voy a la embajada a ver si me ayudan.
La riqueza cultural del altiplano es impresionante, hay muchos temas para analizar pero es difícil ubicar a la gente indicada, de todos modos estoy consiguiendo buenos datos.
Bueno amigos, en unos días marcho a Copacabana, veremos que pasa.
Un abrazo grande a todos, hasta la próxima.